Reparar, reconstruir, rellenar…

Reparar, reconstruir y rellenarNo debemos esperar a que sea demasiado tarde. Cuando algo se deteriora, hay que ponerle remedio cuanto antes. De forma definitiva. A cada material su producto, porque no todos los materiales son iguales.

Cada material presenta propiedades muy diferentes de color, textura, dureza, contracción y dilatación, resistencia a la temperatura, al agua o la humedad, posibilidad de mecanización, etc. Para que la reparación o reconstrucción no se note, el reparador deberá asemejarse al máximo al material.

Muchos reparadores se presentan en forma de dos componentes que, reaccionan al mezclarse. Un aumento de la temperatura acompaña a todo este proceso. Tienen una gran capacidad de relleno y podemos darles la forma que necesitemos para suplir partes de un objeto y complementarlo. Una vez endurecidos, presentan las mismas propiedades que el material que reparan.

Materiales y ámbitos de aplicación:

  • Metales
  • Madera
  • Piedra
  • Plásticos
  • Lona y caucho
  • Carrocerías
  • Pinchazos
  • Porcelana y esmaltados en cocinas, baños o electrodomésticos

Consejos y trucos para reparaciones impecables:

  • Limpiar y lijar la superficie a reparar, eliminando restos de polvo y grasa
  • Realizar la mezcla de los dos componentes, cuando sea necesario, en la correcta proposición y consiguiendo una mezcla uniforme. En el caso de barras de dos componentes, habrá que cortar y moldear con las manos hasta conseguir una mezcla perfectamente uniforme.
  • Aplicar la cantidad necesaria, y capas cuando el producto lo requiera para un mejor acabado.
  • Respetar los tiempos de manipulación, secado y endurecimiento total.
  • Una vez utilizado el producto, limpiar y conservar los envases bien cerrados en lugar fresco y seco.

Muchos reparadores una vez endurecidos, se pueden trabajar como el propio material, así que podrá lijar, barnizar, pintar, o mecanizar con total facilidad. Descubra todas las posibilidades producto a producto.